Tijuana, 13 de noviembre. El próximo año se anticipa una etapa de alta presión fiscal para empresas y organizaciones no lucrativas, derivada de las reformas que entrarán en vigor en 2026 y que fortalecerán las facultades del Servicio de Administración Tributaria (SAT).

De acuerdo con el fiscalista Adolfo Solís Farías, el país enfrentará una vorágine fiscal caracterizada por auditorías más agresivas y nuevos mecanismos de vigilancia sobre las operaciones empresariales.

Entre las medidas más severas se contempla la posibilidad de que el SAT califique como falsos los comprobantes fiscales , además de autorizar grabaciones, videos o audios dentro de las empresas durante los procesos de revisión.

Señaló que las reformas también permitirán exigir el pago de presuntas deudas fiscales ant

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