Sin lugar a duda, Colombia necesita hoy más que nunca unión. Solo existe un camino para poner fin a la polarización y concentrarnos en resolver lo urgente, aquello que realmente preocupa y afecta a nuestros compatriotas.

Pensar en amplias divisiones durante la maratón hacia la Casa de Nariño es un error, y digo maratón porque esta carrera no es un sprint: no gana el más rápido, sino quien demuestre mayor resistencia e inteligencia emocional.

Naturalmente, la democracia se expresa en diversas vertientes a través de quienes encarnan los liderazgos políticos, pero sin duda debe existir un propósito común: en este caso, rescatar a Colombia de las múltiples crisis que hoy la aquejan, algunas pendientes históricas de décadas y otras agudizadas en los últimos tiempos.

Debemos comprender este m

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