El negacionismo, entendido como el rechazo de hechos respaldados por evidencia científica o la generación de desconfianza sobre estos hechos, alcanza al mundo sanitario. Un claro ejemplo es lo que ocurre con las vacunas. Pero puede extenderse a la joya de la corona de la sanidad pública, la donación y trasplante de órganos. En los últimos años, la negativa de las familias a donar alguna parte de un paciente fallecido para salvar vidas está aumentando. No alcanza el 20%, pero hace apenas una década estaba cinco puntos por debajo.

Ante esta realidad, la Organización Nacional de Trasplantes (ONT), liderada por Beatriz Domínguez-Gil, ha anunciado una encuesta a la población española para recoger su opinión sobre esta materia, en la que España es líder absoluto desde hace décadas (en los 10 pr

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