El gobierno chino y sus medios de comunicación han salido en tromba contra la primera ministra de Japón, Sanae Takaichi, después de que esta insinuara una intervención militar nipona en caso de conflicto armado en Taiwán. China convocó ayer al embajador japonés en Pekín para exigir “una rectificación”.

Un artículo publicado bajo pseudónimo en el Diario del Pueblo critica “el regreso al militarismo” de Tokio, con intenciones “sumamente perversas”, añadiendo que las palabras de Takaichi “no son simples desvaríos políticos aislados”. Sobre esto no hay discusión posible. Su elección como presidenta del Partido Liberal Democrático, en la consulta interna, con el veterano Taro Aso como padrino, puso los pelos de punta a muchos japoneses -conocedores de su ultranacionalismo- y, desde luego en P

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