En la historia de Colombia no se había visto tanta degradación en el gobierno como en este tortuoso cuatrienio de Gustavo Petro. El Solio de Bolívar, otrora silla de dignidad, mesura y respeto está tan mancillado que el próximo presidente (que ojalá sea de estirpe diferente) tendrá que hacer un exorcismo para erradicar esta basura moral que habita la Casa de Nariño.

¿Cómo es posible que un presidente esté dedicado a llenar las redes sociales de ridiculeces en lugar de ejercer sus funciones? ¿Cómo es posible que desde la Presidencia se defienda a tanto hampón que públicamente delinque y se le genere protección, disimulo y permisividad? ¿Cómo es posible que el presidente de la República sea el primer promotor de impunidad? ¿Cómo es posible que se utilice la investidura presidencial para coh

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