Un recluso condenado a muerte recibió un indulto momentos antes de que recibiera la inyección letal en el estado estadounidense de Oklahoma. Poco después, fue hallado inconsciente en su celda, en lo que se reportó como un "problema médico que le provocó lesiones", informa  CBS News.

Tremane Wood, de 46 años, se estaba preparando para su ejecución este jueves, cuando el gobernador de Oklahoma, Kevin Sitt, anunció su decisión de salvarle la vida, cambiando su sentencia a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional . El perdón fue aprobado luego de que fuera recomendado por la Junta de Indultos y Libertad Condicional del estado.

Posteriormente, el recluso tuvo una reunión de varias horas con sus abogados y fue trasladado del corredor de la muerte a una nueva celda. Momentos después, un oficial de la prisión lo encontró inconsciente y el recluso fue llevado hasta un hospital cercano. Allí, los especialistas determinaron que su problema médico se debía a "deshidratación y estrés".

Según dijo él mismo al personal de la prisión, no podía "explicar realmente lo que sucedió" , pero presume que después de haberse acostado a dormir "debió haberse caído de la litera", indicando que su próximo recuerdo es en la enfermería con la cabeza y el labio rotos. Además, contó que no había comido ni bebido nada desde el miércoles por la noche.

"También confirmó que no había nadie más en su celda en el momento del incidente médico y que no hizo nada intencionalmente para provocarlo", comunicaron desde la correccional.

Condenado por asesinato en 2002

Wood recibió la pena capital tras ser declarado culpable del asesinato por apuñalamiento de Ronnie Wipf en 2002, recoge  AP. La víctima era un trabajador agrícola que se encontraba en un hotel de Oklahoma a quien Wood y su hermano, Zjaiton, intentaron robar. Desde el principio, él y sus representantes legales afirmaron que participó en el robo, pero no en el asesinato, adjudicando la responsabilidad de este únicamente a su hermano .

Zjaiton fue condenado a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional y murió en prisión en 2019. Según la abogada de Wood, Amanda Bass Castro Alves, admitió a varias personas que él fue quien apuñaló a la víctima.