Un acuerdo por valor de 330 millones de dólares supone el primer contrato de este tipo de la administración Trump con Taiwán en su segundo mandato. Desde Taipéi expresaron su beneplácito por el paso del Pentágono y desde Washington indicaron que podría mejorar las capacidades militares de la isla. No obstante, este tipo de acuerdos ya han recibido agudas críticas por parte de Pekín, que insiste en la política de una sola China y su soberanía sobre Taiwán.