Si un carro transita la mayor parte del año en Bogotá, debería pagar impuestos en la ciudad. No solo porque aporta en contaminación, congestión, riesgos viales y en el desgaste de la infraestructura, sino porque sería lo justo en términos del esfuerzo que hace la administración por mantener las vías en óptimas condiciones.

Bajo esa lógica, es que surgen las nuevas disposiciones con el pico y placa, en especial, porque el parque automotor viene creciendo año tras año, pero eso no se refleja en el recaudo tributario. Los estudios indican que casi una tercera parte de los vehículos que transitan por la ciudad están matriculados en otros municipios.

Ante esta situación, la administración de Carlos Fernando Galán anunció este viernes un paquete de medidas dirigidas a incentivar la matrícula l

See Full Page