Pekín dinamitó este viernes un nuevo umbral en su presión sobre Tokio. En una advertencia con resonancias de choque de bloques y un tono abiertamente marcial, el Ministerio de Defensa chino amenazó a Japón con una “derrota aplastante” a manos del “férreo” Ejército Popular de Liberación si se atreve a intervenir en un eventual

No fue un exabrupto ni una salida de tono improvisada, sino un mensaje diseñado al milímetro. El coronel superior Jiang Bin, portavoz de Defensa, utilizó la comparecencia informativa oficial —habitualmente rutinaria— como plataforma para lanzar una intimidación de una severidad inusual, incluso para los parámetros, ya de por sí duros, de la narrativa china sobre la isla autogobernada . Si Japón “no extrae lecciones de la historia” y opta por “correr el riesgo”

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