El gobierno estadounidense contrató a 50,000 empleados desde que el presidente Donald Trump asumió el cargo, informó su principal asesor de personal. La mayoría de los nuevos empleados ocupan puestos relacionados con la seguridad nacional, lo que refleja el enfoque político de la administración.

La mayor parte de las nuevas contrataciones trabajarán en el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), declaró Scott Kupor, director de recursos humanos del gobierno federal, en una entrevista.

Estos cambios en la plantilla forman parte de la campaña de Trump para reestructurar el gobierno, al tiempo que recorta drásticamente otros puestos de trabajo federales.

“Se trata de reorganizar la fuerza laboral para centrarnos en las prioridades que consideramos más importantes”, afirmó Kupor.

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