Juliana Guerrero, exasesora del Ministerio del Interior, no se presentó a la audiencia de conciliación programada para el 14 de noviembre en la Corte Suprema de Justicia. Esta audiencia estaba relacionada con la denuncia por calumnia que ella misma interpuso contra la congresista Jennifer Pedraza.

La controversia se origina en el escándalo sobre los supuestos títulos universitarios de Pedraza, que fueron declarados falsos por la Fundación de Educación Superior San José. En una transmisión en vivo en El Debate de SEMANA, la representante Pedraza abordó el caso de Guerrero, afirmando que "este entramado va más allá de Juliana Guerrero".

Pedraza enfatizó que su lucha no es personal, sino contra la corrupción y la compraventa de títulos. "Juliana no es la única implicada en esta historia. Ni siquiera la más poderosa. Juliana puede ser el eslabón más frágil de esta cadena de corrupción", declaró la congresista.

El caso sigue en desarrollo, y se espera que nuevas revelaciones salgan a la luz en los próximos días. La situación ha generado un gran interés público, dado el impacto que tiene en la política y la educación en el país.

Las implicaciones de este escándalo podrían ser significativas, tanto para Guerrero como para Pedraza, en un contexto donde la transparencia y la ética en la política son cada vez más demandadas por la sociedad.

Se espera que la Corte Suprema continúe con el proceso y que se tomen decisiones que puedan afectar a los involucrados en este caso de corrupción.