La Municipalidad Metropolitana de Lima ha declarado la Plaza San Martín como zona intangible, prohibiendo concentraciones políticas y movilizaciones. Esta medida, anunciada por el alcalde Renzo Reggiardo, busca proteger el patrimonio arquitectónico y cultural del centro histórico de la ciudad. La decisión se implementa justo antes de una convocatoria de la generación Z para protestar contra el Gobierno los días 14 y 15 de noviembre.

Reggiardo explicó en una entrevista que la restricción se basa en una ordenanza municipal que prohíbe reuniones políticas y manifestaciones que puedan derivar en actos violentos. “La intangibilidad establece que no se permiten reuniones de carácter político ni movilizaciones que podrían ser presumiblemente violentas”, afirmó el alcalde.

La Policía Nacional, junto con las Fuerzas Armadas, ha comenzado a aplicar medidas preventivas en la Plaza San Martín desde la madrugada, con el objetivo de evitar desmanes y proteger los bienes históricos. La gerente de Fiscalización de la MML, Mariela Falla, añadió que la prohibición de concentraciones no solo responde a la manifestación de la generación Z, sino que forma parte de un plan más amplio para resguardar el centro histórico.

Además de las restricciones a las manifestaciones, se ha prohibido el comercio ambulatorio en la zona. Falla advirtió que serán severos con quienes dañen el patrimonio histórico, y que las sanciones serán tanto administrativas como penales. “La intangibilidad no significa solo el tema de la marcha. Esto es lo que vamos a cautelar el día de hoy”, subrayó.

Las autoridades también buscan evitar gastos adicionales al presupuesto municipal, ya que las protestas anteriores han causado daños significativos. Según Falla, los costos de reparación tras las manifestaciones han ascendido a aproximadamente tres millones de soles. La medida también tiene como objetivo proteger a los negocios cercanos, que suelen verse afectados durante los enfrentamientos entre manifestantes y la Policía Nacional.

Con estas acciones, la Municipalidad de Lima refuerza su compromiso de preservar el patrimonio cultural y garantizar la seguridad en el centro histórico, mientras se prepara para la posible llegada de nuevas protestas.