El sector bancario , con su larga historia y su profunda dependencia de la confianza y el cumplimiento normativo, se encuentra inmerso en una de sus transformaciones más profundas. La presión por modernizar los servicios, reducir costos operativos y mejorar la experiencia del cliente es inmensa.

Sin embargo, este proceso no implica un simple reemplazo de lo antiguo por lo nuevo, sino una integración estratégica de tecnologías avanzadas como la blockchain y la computación en la nube (cloud computing). El objetivo no es otro que mantener la competitividad en un entorno donde los nuevos actores del mundo digital amenazan con desplazar a los gigantes de siempre.

La clave de este movimiento es la adaptación, no la sustitución. La banca tradicional está utilizando las herramientas disp

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