Este momento, uno de los más esperados dentro de la concentración, reunió a todas las concursantes en una pasarela donde la condición física, la presencia escénica y el estilo fueron protagonistas.

Entre ellas, Fátima Bosch, representante de México, volvió a robarse la atención general. Desde que llegó al certamen ha causado conversación por su porte, seguridad y profesionalismo, y este evento no fue la excepción. Con pasos firmes, mirada decidida y una sonrisa, la tabasqueña proyectó absoluta confianza en cada movimiento.

El traje de baño que lució fue diseñado especialmente para esta etapa. Su escote en “V” sutil y la banda oficial de “Mexico” complementaron una estética alineada con la renovación moderna que Miss Universo impulsa desde hace algunos años.

Un momento clave rumbo a la r

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