Ángela Mariño, una joven que luchó contra el cáncer y la discapacidad durante 24 años, se despidió de este plano terrenal no sin antes dejar un conmovedor mensaje que refleja su amor y compromiso por los animales. Antes de acceder a su derecho a la eutanasia, expresó un último deseo: que en su velorio no llevaran flores, sino comida para fundaciones de animalitos, con la esperanza de seguir ayudando a salvar vidas incluso después de partir.

El cáncer en la vida de Ángela Mariño estuvo presente desde sus 12 años, pero fue hasta que tuvo 20 años que fue diagnosticado por un médico veterinario, así lo dijo ella a través de uno de sus videos: “tengo cáncer desde mis 12 años, nunca me diagnosticó un médico humano, sino un médico veterinario a mis 20”.

Tras ese diagnóstico se sumaron a su est

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