La noche del 21 de noviembre no será una más en el calendario taurino del Táchira. Por primera vez en la historia de la Feria Internacional de San Sebastián, los carteles que anuncian la Fiesta Brava no se revelarán en una plaza ni en un salón de hotel, sino en el corazón intelectual de la ciudad: el Ateneo del Táchira-Salón de Lectura.
Allí, donde por décadas resonaron las voces de poetas, actores, filósofos y pensadores andinos, se escuchará el eco de otro lenguaje: el del toreo. Será un acto de comunión entre dos mundos que parecían distantes —la bravura del ruedo y la quietud de los libros— pero que comparten una misma raíz: la búsqueda de lo trascendente.
La empresa Fiesta Brava, con el respaldo de la Gobernación del Estado Táchira, Fedecámaras, la Cámara de Turismo y la Plaza de To

Diario La Nación