El cierre creó una cascada de problemas para muchos estadounidenses.

Durante el cierre, al menos 670.000 empleados federales fueron suspendidos.

Y alrededor de otros 730.000 trabajaban sin paga, según el Centro de Política Bipartidista.

WASHINGTON — Jessica Sweet pasó el cierre del gobierno federal recortando gastos. Para llegar a fin de mes, la especialista en reclamaciones del Seguro Social bebió sólo un café al día, se saltó comidas, redujo las compras de comestibles y pospuso el pago de algunas facturas del hogar. Acumuló gastos en su tarjeta de crédito comprando gasolina para llegar al trabajo.

Con el cierre más largo de la historia llegando a su fin, Sweet y cientos de miles de otros trabajadores federales que no recibieron sus cheques de pago pronto obtendrán algo de alivio. P

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