Existe un lugar en el Océano Índico que no figura en los itinerarios turísticos. No es un destino, es un final. La Isla Sentinel del Norte, en la Bahía de Bengala , es un fragmento de tierra de apenas 72 kilómetros cuadrados que el tiempo olvidó, o quizás, del que decidió esconderse. Sus playas de arena blanca y sus selvas esmeralda no ocultan un resort de lujo, sino un misterio de 60.000 años. Allí habitan los sentineleses, la última tribu de la Edad de Piedra, aislada de forma tan absoluta que un resfriado común podría aniquilarlos. Son los guardianes de un mundo perdido, y protegen su hogar con una hostilidad legendaria. El gobierno de la India, administrador formal de la isla, trazó una línea invisible en el agua, una zona de exclusión de cinco kilómetros. Ir allí no es solo pel

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