El polémico empate 1-1 entre Barracas Central y Huracán en el estadio Claudio “Chiqui” Tapia derivó en un escándalo que trascendió lo futbolístico. Apenas terminó el encuentro, el técnico del Globo, Frank Kudelka , junto a varios jugadores de su plantel, se dirigieron hacia el árbitro Andrés Gariano para reclamarle por las decisiones que habían marcado el rumbo del partido.

El polémico arbitraje de Gariano desató la furia de Kudelka y el plantel de Huracán

Gariano había cobrado dos penales a favor del local , ambos muy discutidos (uno fue atajado por Lucas Maza y el otro terminó en gol). A esto se sumó otra jugada clave: la no expulsión del “Perrito” Barrios después de un golpe a Eric Ramírez, lo que terminó de encender la indignación visitante.

La escena posterior al pitazo

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