Los casos de destitución de ministros y jueces del poder judicial, configuran una crisis profunda, donde la probidad y la independencia de la judicatura han quedado seriamente cuestionadas.

En efecto, los llamados caso "Audios" y "Muñeca Bielorrusa", que revelaron el tráfico de influencias y la filtración de información, evidencian fallas estructurales en el sistema del gobierno judicial.

El problema de fondo no es solo la conducta individual de algunos magistrados y abogados, sino la vulnerabilidad del sistema de nombramientos y los controles disciplinarios internos.

Las denuncias sobre la concertación con abogados externos para influir en designaciones y la falta de imparcialidad afectan la esencia del Estado de Derecho. La justicia, pilar de la democracia, ve deteriorada su legitimid

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