La cocina de MasterChef se vistió de nostalgia y tensión en el último y más emotivo reto de eliminación antes de la esperada final. Con solo cuatro participantes en contienda, la presión se sentía en el ambiente mientras competían por los tres codiciados cupos a la semifinal.
El desafío consistió en una prueba libre, pero rigurosa: crear dos platos, uno dulce y otro salado, que obligatoriamente debían incluir una preparación clave en el Horno Challenger. Con solo 75 minutos y la despensa abierta, los participantes se enfrentaron a sus nervios y al reloj.
Antes de que el tiempo comenzara, la emoción tomó el centro del set. En un momento de profunda nostalgia, los chefs preguntaron a quién dedicaban sus platos. Las lágrimas no se hicieron esperar, especialmente cuando Valentina fue retada

Noticias RCN

AlterNet
New York Post
TheYoungTurks Video
The radio station 99.5 The Apple
Salon
Cleveland 19 News Sports
The Daily Beast
NBC News NFL
US Magazine
FOX19 NOW