Bajo el sol malagueño −ese que ilumina incluso los expedientes más polvorientos− la famosa Torre del Puerto lleva años tratando de ponerse en pie, aunque de momento solo se sostiene sobre una montaña de informes, desacuerdos y promesas tan brillantes como dicho sol en agosto. El proyecto, que aspira a medir 144 metros, ya ha alcanzado otro récord: el de acumular más polémicas que plantas.

Todo comenzó vendiéndonos, Puerto y Ayuntamiento, con entusiasmo: “¡Un hotel de lujo en el puerto! ¡Un icono para Málaga! ¡Un antes y un después!” Y, en efecto, ha sido un antes y un después… de trámites interminables, cambios de diseño y discusiones sobre si la torre deformará el skyline o simplemente lo estirará un poco. La Farola, reina de los mares malagueños desde el siglo XVIII, comenzó a temer que

See Full Page