Con una carta directa enviada a las naciones participantes, Brasil, el anfitrión de la COP30, está acelerando la conferencia climática de Naciones Unidas.

La misiva, enviada el lunes por la noche, llega durante la última semana de lo que se ha calificado como una cumbre climática histórica, la primera que se celebra en la selva amazónica, un regulador clave del clima ya que sus árboles absorben dióxido de carbono, un gas de efecto invernadero que calienta el planeta.

El documento antecede a los discursos de alto perfil de ministros previsto para el martes. Entre los principales ponentes hay representantes de influyentes países europeos como Ed Miliband, secretario de Rnergía de Reino Unido; y la viceprimera ministra de Holanda, Sophie Hermans. También intervendrán más líderes de pequeños estados insulares y naciones en desarrollo como Barbados y Bangladesh, ambos afectados por la pérdida de territorio debido al aumento del nivel del mar consecuencia del cambio climático.

La carta pide a los líderes que resuelvan muchos aspectos de un posible acuerdo antes del martes por la noche, de modo que gran parte del trabajo esté hecho antes de las decisiones finales el viernes, cuando está previsto que termine la conferencia. Las cumbres climáticas suelen extenderse más allá de la fecha de finalización prevista, ya que todas las naciones llegan a la mesa de negociación tratando de equilibrar sus preocupaciones propias con los grandes cambios necesarios a nivel global para proteger el medio ambiente y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.

Las directrices de Brasil para la cumbre, llamada COP30, eleva la esperanza de alcanzar medidas significativas para combatir el calentamiento global, que podrían ir desde una hoja de ruta para abandonar combustibles fósiles como el petróleo y el carbón, hasta destinar más fondos para ayudar a las naciones a desarrollar energías limpias como la eólica y la solar.

Para los negociadores, la carta de Brasil supondrá jornadas más largas de trabajo en las que intentarán alcanzar acuerdos políticos en una serie de temas polémicos.

“Esperamos concesiones importantes de todas las partes”, afirmó André Corrêa do Lago, presidente de la COP30. “Se dice que hay que dar para recibir”.

Ese plazo del miércoles es “bastante ambicioso” y hay mucho en juego, apuntó Alden Meyer, miembro del centro de estudios climático E3G.

“Ya sea lidiar con los efectos del cambio climático, con el aumento de la factura energética y la inseguridad energética, mejorar la salud o crear empleos. Esas son las cosas que le importan a la gente. No les importa ningún subpárrafo en una decisión legal adoptada aquí en Belém”, dijo Meyer. “Brasil, la presidencia, ha dejado muy claro desde el principio que esa será la prueba de fuego”.

El espíritu optimista del anfitrión "está comenzando a ser un poco contagioso", agregó señalando que eso forma parte de la creación de confianza y buena voluntad entre las naciones.

"Aquí noto ambición. Noto determinación", dijo la exenviada climática alemana Jennifer Morgan el lunes por la mañana.

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Esta historia fue producida como parte de la Alianza de Medios sobre el Cambio Climático 2025, una beca de periodismo organizada por la Red de Periodismo de la Tierra de Internews y el Centro Stanley para la Paz y la Seguridad.

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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.