Vivió tiempos mejores. Ahora es pálido reflejo de aquel pasado lejano. Se ha apagado el brillo con el que fue construido. El Casino de la Reina fue una casa de recreo, con grandes jardines, que el Ayuntamiento de Madrid regaló a la reina Isabel de Braganza , segunda esposa del rey Fernando VII, en 1817, escenario de intrigas y fiestas en el Madrid de José Bonaparte. No en vano, su propietario, Manuel Romero, al que el Ayuntamiento compró la finca, fue ministro del hermano del emperador francés, y a él unió su destino, pues salió de la capital y de España tras la victoria de Arapiles.

Ubicado en la actual glorieta de Embajadores, el recinto está ocupado en la actualidad por una serie de edificios docentes y los jardines fueron restaurados para uso público a comienzos del siglo XXI.

See Full Page