El ritmo de ejecución de los fondos Next Generation sigue lejos del objetivo fijado por Bruselas. A cierre de septiembre de 2025, el Gobierno español apenas ha logrado adjudicar 58.787 millones de euros en subvenciones y 6.900 millones en préstamos , lo que supone alrededor del 40% del total disponible . A tan solo 11 meses de que expire el plazo oficial para utilizar estas ayudas —el 31 de agosto de 2026—, quedan aún 97.000 millones por asignar , según los datos actualizados del Ministerio de Economía.

La lentitud en la ejecución del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia contrasta con los compromisos adquiridos ante la Comisión Europea. Solo en el mes de septiembre, el avance fue de 2.900 millones de euros , una cifra insuficiente para evitar que una parte sustancial de los fondos tenga que ser devuelta a Bruselas. Si se mantiene el ritmo actual, podrían quedar sin gastar hasta 65.000 millones al cierre del periodo.

El Gobierno reorganiza partidas ante el riesgo de devolución

Ante la dificultad de cumplir los plazos, el Ejecutivo ha empezado a modificar partidas “in extremis” con el objetivo de reasignar recursos y agilizar el desembolso . La prioridad actual es minimizar la pérdida de fondos , aunque desde el Ministerio de Economía ya se reconoce que no se logrará ejecutar el 100% del dinero disponible .

En paralelo, se trabaja en una nueva adenda del plan nacional , que buscará simplificar los procedimientos y adaptar los hitos a los nuevos márgenes temporales. La intención del Gobierno es presentarla antes de que finalice 2025 , aprovechando la comunicación de flexibilización emitida por la Comisión Europea en junio.

Créditos estancados y ayudas infrautilizadas

De los 80.000 millones en créditos disponibles , menos del 9% ha sido distribuido hasta la fecha . Aunque el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, defiende que los préstamos están dando “continuidad” a las inversiones empresariales, la baja demanda y los requisitos burocráticos están bloqueando su despliegue. Solo en septiembre se adjudicaron 900 millones en créditos .

Una de las estrategias del Gobierno para acelerar el reparto es utilizar otros marcos europeos que amplíen los plazos. Un ejemplo es el programa Cisaf , aprobado por Bruselas en junio, que permite conceder ayudas hasta diciembre de 2028. Bajo este paraguas se integrará parte del nuevo paquete de 2.000 millones de euros para descarbonización industrial , anunciado por el Ministerio de Transición Ecológica.

Perspectiva crítica y cuentas pendientes

Según cálculos de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF), la cifra real de fondos aún pendientes de ejecutar podría superar los 107.000 millones , es decir, más del 66% del total adjudicado. Esta situación genera incertidumbre en el tejido productivo , especialmente en pequeñas y medianas empresas, que dependen de estas ayudas para acometer inversiones estratégicas.

El Gobierno insiste en que sigue trabajando para “canalizar los fondos con agilidad y flexibilidad” , pero los datos reflejan una realidad distinta: en cuatro años se ha distribuido menos de la mitad del dinero , y el margen de maniobra para revertir esta tendencia se reduce con cada mes que pasa.