La Navidad es una de las épocas más especiales del año , pero no todo el mundo la celebra de la misma manera. Según la inteligencia artificial , la forma en que disfrutamos de estas fiestas dice mucho más de nuestra situación socioeconómica de lo que imaginamos. Y es que la IA, cuando se le pide identificar patrones culturales, no falla: hay ciertos rituales de Navidad que se repiten año tras año en millones de hogares de clase media-baja .

La IA puede analizar datos, costumbres y patrones , pero lo que realmente define a la clase media-baja no es el dinero, sino las tradiciones sostenidas por generaciones , el ingenio para celebrar sin grandes lujos y la capacidad de convertir la Navidad en un momento profundamente familiar.

Tradiciones de Navidad en familias de clase media-baja

Si eres de clase media-baja, lo normal es que el árbol de Navidad forme parte del patrimonio familiar. La IA señala que estos árboles suelen tener entre 10 y 25 años, y muchos de los adornos son heredados, mientras que otros se compran en bazares. Las luces son uno de los elementos que más problemas dan, ya que, con el paso del tiempo, algunas se funden. Además, es frecuente que en la puerta haya una corona navideña, así como un Papá Noel colgado del balcón.

En las familias de clase media-baja, también se suele montar el mismo Belén  año tras año, aunque falten algunas figuras y otras tengan signos de desgaste. El río de papel aluminio y la nieve de harina y sal son indispensables.

Vamos ahora con la cena de Nochebuena:  abundante, deliciosa y planificada para que sobre comida hasta Año Nuevo. Según la IA, los alimentos más frecuentes en hogares de clase media-baja son: langostinos congelados, sopa de marisco, cochinillo o cordero, una tambla de embutidos y de postre, un tronco navideño de chocolate.

Por otro lado, muchas familias tienen una tradición innegociable: el amigo invisible . Generalmente, las normas suelen ser las siguientes: presupuesto entre 5 y 15 euros, regalos prácticos o de broma y posibilidad de reutilizar regalos recibidos otros años. La IA incluso detecta el perfil psicológico del organizador: alguien que ya el 1 de diciembre crea el grupo de WhatsApp llamado «Amigo Invisible 2025 (de verdad no me dejéis sola organizándolo)».

Normalmente, la clase media-baja suele esperar a las últimas semanas, incluso a los últimos días, para comprar los regalos de Navidad . La inteligencia artificial sugiere que esto se debe tanto al presupuesto como a la tradición de esperar a que lleguen las ofertas. Pero también detecta algo importante: los regalos se eligen con cariño, buscando que cada uno reciba «algo que le haga ilusión», aunque no sea caro.

Finalmente, las familias no necesitan disfrutar de una gran fiesta en un hotel de lujo para pasarlo bien en Nochevieja . El 31 de diciembre se celebra con una cena casera y unas uvas ya peladas para las 12 campanadas. Por supuesto, no puede faltar el cotillón de plástico que se rompe en dos minutos. Después, suele haber dos alternativas: quedarse en casa jugando a juegos de mesa, bailando en el salón y enviando audios de WhatsApp; salir al bar del barrio, donde solo se paga la consumición y todos se conocen.

Lotería 

Si hay una tradición entre la clase media-baja es la Lotería de Navidad , que se celebra el 22 de diciembre. La IA confirma:

  • Se compran entre uno y cinco décimos, nunca más.
  • Siempre del mismo número, «por si este año toca».
  • Se comparte con amigos, compañeros y familiares.

A diferencia de loterías modernas como Euromillones o La Primitiva, utiliza dos bombos: uno con 100.000 bolas que representan los números, y otro con 1.807 bolas de premios . Durante el sorteo, los niños de San Ildefonso extraen y «cantan» simultáneamente los números y los premios, formando tablas de 200 bolas. Este proceso se repite hasta vaciar el bombo de premios.

El sorteo reparte 2.590 millones de euros en 1.807 premios, entre los que destacan el Gordo (400.000 euros por décimo) , el segundo premio (125.000) o el tercero (50.000). También se reparten cuartos, quintos, centenas, aproximaciones, reintegros y la pedrea. Los premios superiores a 40.000 euros están sujetos a una retención fiscal del 20 %.

Según el análisis que realiza la inteligencia artificia l, «los patrones de la clase media-baja en Navidad muestran una realidad muy definida: las celebraciones se construyen alrededor del ahorro, la creatividad y la búsqueda de unión familiar. La IA detecta que este grupo social mantiene vivas las tradiciones con recursos limitados, priorizando las reuniones en casa, los menús preparados con antelación, las decoraciones reutilizadas y los pequeños rituales colectivos como compartir un décimo de Lotería. Estos hábitos no reflejan carencia, sino una forma de preservar lo esencial de la Navidad: estar juntos, mantener la ilusión y encontrar maneras ingeniosas de celebrar sin depender del gasto. La Navidad de la clase media-baja es una de las que mejor conserva el espíritu original de estas fechas».