Entre los 13 funcionarios de Gendarmería de Chile que formaban parte de una organización criminal dedicada al tráfico de drogas hacia el Complejo Penitenciario de Alto Hospicio, hay un nombre que llama poderosamente la atención. Se trata de Constanza Jáuregui Hernández, subteniente de la institución verde boldo y mano derecha de la directora regional de Gendarmería en Tarapacá, Nélida Troncoso Gutiérrez.

Al igual que los otros 12 gendarmes activos y cuatro civiles involucrados en la red de corrupción, Jáuregui fue formalizada por el Ministerio Público. En su caso, por el delito de asociación ilícita y por incumplir deberes propios de su cargo .

Durante la indagatoria se estableció que los funcionarios penitenciarios, incluida la subteniente Jáuregui, conspiraban para ingresar estupefac

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