El gigante chino BYD es uno de los fabricantes que más fuerte ha apostado por la entrada en Europa. En nuestro país cuenta ya con 10 modelos en catálogo, todos ellos eléctricos puros o híbridos enchufables porque -recordemos- se trata del mayor productor mundial de vehículos enchufables y de hecho hace ya tiempo que dejó de fabricar modelos térmicos.

La semana pasada hemos conducido uno de los BYD más interesantes para un usuario para que no busque grandes lujos ni prestaciones deslumbrantes, sino un coche honesto y eficiente. El Atto 2 es el tercer modelo más pequeño de la marca, pero con 4,31 metros de largo iguala prácticamente a un Dolphin y es bastante mayor que el Dolphin Surf, el utilitario eléctrico que triunfa ahora mismo en España (puedes leer nuestra prueba pulsando aquí ).

Por puro azar, la prueba del Atto 2 eléctrico, el único que había disponible hasta el momento, ha tenido lugar solo unos pocos días antes de conocer su nueva versión híbrida enchufable, de la que te hablaremos dentro de muy poco. Por tamaño, cualquiera de ellas ofrece unas plazas traseras notablemente espaciosas para un vehículo del segmento B, que se benefician además de un piso totalmente plano.

Plazas traseras amplias y piso enteramente plano.

Sin excesivos lujos, los ocupantes de dichos asientos disponen de tomas USB (una normal y otra de tipo C) y de buenos espacios para depositar objetos, tanto en el interior de las puertas como en el extremo posterior de la consola central.

El maletero cuenta con 400 litros de capacidad con las cinco plazas en su emplazamiento habitual y con 1.340 litros en caso de plegar los respaldos traseros. Además de ser capaz y aprovechable, el compartimento tiene una cualidad adicional: un doble fondo perfecto para llevar los cables de recarga del coche, como puedes ver en las imágenes.

El doble fondo del maletero es ideal para transportar los cables de carga.

En el interior encontramos un acabado correcto e incluso vistoso en algunos elementos, además de un cuadro de instrumentos de 8,8 pulgadas y una pantalla central que, según la versión (solo hay dos, de momento: Active y Boost), tiene 10,1 o 12,8 pulgadas. Esta última, como es característico de BYD, puede colocarse en posición horizontal o vertical.

Las dos variantes del Atto 2 incorporan un motor eléctrico de 130 kW, unos 177 CV, que se alimenta de una batería LFP de 45,1 kWh. Aunque se desconoce el peso total del vehículo, la potencia a disposición del conductor resulta suficiente para desplazarlo con alegría, como muestra el dato de aceleración de 0 a 100 km/h, de 7,9 segundos.

Es posible regular la entrega de esa fuerza por medio de un selector de modos de conducción que, además de los acostumbrados programas Eco, Normal y Sport, incluía en la versión de pruebas uno específico para circular por nieve o hielo.

Vista lateral y trasera del Atto 2 eléctrico.

Más de 300 km de alcance

En términos de consumo de energía, el motor eléctrico de este Atto 2 se mueve en el entorno de 16 kWh/100 km, que es justamente el registro obtenido en la prueba de homologación WLTP. En tráfico urbano es fácil ver en el cuadro cifras entre 12 y 14 kWh/100 km, mientras que en carretera lo más común es rondar los 17-18. En consecuencia, la batería del Atto 2 da para recorrer más de 300 kilómetros en ciudad -la autonomía homologada en ciclo combinado es de 312 km- y fuera de ella el rango viene a situarse en unos 250.

La recarga del modelo chino presenta magnitudes discretas con respecto a las de la competencia. En corriente continua admite un máximo de 65 kW, y la operación para pasar del 10 al 80% de la batería lleva 37 minutos; si se usa corriente alterna, el tope está en 11 kW y la recarga completa necesita 5,5 horas.

Salpicadero del modelo chino.

Como hemos apuntado más arriba, la gama del Atto 2 se compone de dos únicos acabados: Active, a la venta desde 25.790 euros antes de ayudas, y Boost, que cuesta 27.050 euros en las mismas circunstancias. Desde la versión básica son de serie las llantas de 17 pulgadas, el techo panorámico y los sensores de aparcamiento traseros con cámara.

Más llamativo aún, se suministran asientos delanteros con ajuste eléctrico (de seis movimientos el del conductor y de cuatro el del acompañante), arranque sin llave y climatización por bomba de calor, entre otros elementos de equipamiento.

Resumiendo, el Atto 2 es de esos modelos que tal vez no enamoran a primera vista pero que acaban convenciendo a medida que se pasa tiempo -valga la expresión- con ellos. En su versión eléctrica, nos parece una buena alternativa para el uso diario de quien pueda disponer con facilidad de un punto de carga. Además, a diferencia del Dolphin Surf, permite perfectamente salir a carretera y viajar con cuatro pasajeros, más el conductor, a bordo y transportar el equipaje de todos ellos para un fin de semana.

Para poner el lazo al producto, se presenta a un precio muy competitivo que se hace compatible con un equipamiento muy extenso incluso en su variante más económica.