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El cielo de Bahía Blanca fue escenario de un momento que quedará guardado en la memoria de la aviación naval argentina: el S-2T Turbo Tracker 2-AS-23, el último avión antisubmarino operativo de su tipo en todo el mundo, ejecutó un vuelo rasante frente a la Base Aeronaval Comandante Espora para despedirse oficialmente de su servicio y cerrar una una historia que marcó más de seis décadas en el país.

Quienes estuvieron presentes en este momento único vieron pasar a poca altura a un pedazo vivo de la memoria naval argentina. Después de meses de trabajos para mantenerlo operativo, el Turbo Traker 2-AS-23 volvió al aire para una serie de vuelos finales antes de su retiro.

Ese sobrevuelo, potente y rasante, fue una última demostración de lo que la aeronave supo hacer durante décadas: vigil

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