Hace siete años, durante el primer mandato de Donald Trump, el periodista Jamal Khashoggi fue asesinado y descuartizado en el consulado de Arabia Saudí en Estambul. La inteligencia de Estados Unidos atribuyó al príncipe Mohammad bin Salmán haber orquestado la operación. Este martes, en la primera visita a la Casa Blanca desde entonces de Bin Salmán, Trump le ha defendido sin ambages: “Son cosas que pasan”, ha llegado a decir.

Ha sido una de las declaraciones más escandalosas de una aparición conjunta de los dos líderes en la que Trump ha dejado claro desde el primer momento su esfuerzo por una rehabilitación total de la imagen de Bin Salmán para redoblar la cooperación con Riad, un socio que ha anunciado inversiones por 1 billón de dólares en EEUU y que Washington quier

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