Retirar dinero en un cajero automático, una acción cotidiana para millones de usuarios bancarios, se ha convertido en un escenario de riesgo ante el aumento de fraudes cada vez más sofisticados. El Banco de España advirtió sobre varias modalidades delictivas que buscan clonar tarjetas, robar información confidencial o apropiarse del efectivo, y llamó a reforzar las medidas de prevención.

Una de las prácticas más extendidas es la clonación de tarjetas, que se realiza mediante dispositivos ocultos instalados en el lector del cajero y pequeñas cámaras o sensores capaces de captar el PIN. También se ha detectado la instalación de trampas en el dispensador de efectivo, diseñadas para retener el dinero y recuperarlo minutos después de que la víctima abandona el lugar.

A estas técnicas se suma

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