A lo largo de las mañaneras de la semana pasada, la presidenta Claudia Sheinbaum habló de la marcha convocada para el sábado, en principio, por voces de la llamada Generación Z, los nacidos entre 1997 y 2012.

Pero al hacerlo cotidianamente, la promovió. Su estrategia de deslegitimarla pasó por los convocantes: oposición, empresarios, la extrema derecha extranjera, bots, de los que mandó investigar y dijo, sus promotores habían invertido 90 millones de pesos para divulgarla.

Lo que veo claro en medio de todo esto es que ni la oposición, ni los empresarios, ni la llamada extrema derecha extranjera, y menos los bots, tienen la capacidad de mover a decenas de miles de personas, aunque, la cifra oficial los redujera a 17 mil, y luego promoviera como un fracaso el no haber llenado el Zócalo, l

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