Que un jugador cambie por completo y acabe decidiendo un partido en balonmano puede ser relativamente habitual. Que lo haga desde la defensa, no tanto. Pero cuando Partizán afronte su largo regreso a Belgrado y piense cómo pudo acabar cediendo hasta el golaveraje de 7 goles en un partido que ganaba en torno al ecuador de la segunda mitad, por sus cabezas pasará como el hombre de sus pesadillas la cara de Sergio Sánchez .
Se agarra el Ademar a Europa en un grupo tremendamente abierto, pues al vencer también el Nexe en Suiza al Kadetten sólo dos puntos separan al primero y el último a falta de dos jornadas, después de imponerse por 29-22 al Partizán, misma diferencia con la que habían caído hace siete días en Serbia.
Acabó siendo la mejor actuación en lo que va de competición europea

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