Por DAVID A. LIEB y GEOFF MULVIHILL

Tras un perturbador cierre de gobierno en Estados Unidos, la asistencia alimentaria federal vuelve a llegar a los hogares con bajos ingresos. Sin embargo, en los próximos meses, muchos beneficiarios tendrán que cumplir los nuevos requisitos laborales.

El Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria (SNAP, por sus siglas en inglés) proporciona beneficios mensuales —con un promedio de alrededor de 190 dólares por persona— a aproximadamente 42 millones de personas en todo el país. Durante las primeras semanas de noviembre, muchos de esos beneficiarios no recibieron sus asignaciones habituales mientras el gobierno del presidente Donald Trump disputaba en los tribunales la opción de recurrir a las reservas para financiar la iniciativa durante el cierre

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