Cuando mi buen amigo Pablo Durio me pidió, en este fin de semana, que escribiera algo sobre el tema que tanto nos ha dolido en estos días: el de la acusación hacia don Rafael, obispo de la diócesis, por un comportamiento deshonesto en su época de rector del seminario de Getafe, pensé desistir. Ya había escrito una cosa, salida de mi corazón, casi sin pensar, que envié a unas cuantas personas, pensando que se mantendría su tono íntimo. Al día siguiente aparecía, de forma interesadamente incompleta, en una publicación digital.
Pero, al riesgo de ser malinterpretado, como ocurrirá seguro, entre otras cosas porque en este caso don Rafael ya ha sido juzgado y condenado, he considerado que no tenía más camino que hacer una reflexión personal, nada vinculante con la Iglesia (no hablo ahora como

Diario de Cádiz

Raw Story
Cover Media
The Fashion Spot
AlterNet
Atlanta Black Star Entertainment
NPR
CBN Christian World News
NBC10 Boston Entertainment