Hoy es un buen día para preguntarse por qué no dejarlo todo y marcarse un Walden. y recluirse en una cabaña en medio de la naturaleza, como dice Thoreau que hizo en 1854. Imagina dejar atrás el ruido, la contaminación y . Solo hay un problema… ya no es 1854 y ahora es un sueño irrealizable. Las cabañas ya no cuestan 28 dólares con 12,5 centavos y, de hecho, para ser justos, en el siglo XIX tampoco era cosa fácil. A pesar de lo que cuenta Thoreau en Walden, se instaló a pocos kilómetros de una población que frecuentaba para comprar víveres y, con frecuencia, le visitaba su madre para hacerle la colada.

Así que quizás no sea tan buen día para hacerse un ermitaño digital, pero sí para tomar conciencia sobre nuestros derechos y . Porque en las últimas décadas hemos creado un espacio vir

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