Durante ocho años, ocho hermanos sufrieron agresiones, humillaciones, vejaciones, amenazas y hasta agresiones sexuales a manos de sus padres en la casa de los horrores de Colmenar Viejo (Madrid). Ahora, la acusación en nombre de la Comunidad de Madrid pide 255 años de cárcel para ambos progenitores por los delitos de maltrato físico, psicológico y sexual desde 2015 hasta 2023.

Los menores, que en el momento en que se destapó el caso tenían entre 3 y 14 años eran encerrados en el sótano de la casa donde sufrían palizas y humillaciones continuamente por parte de su padre que también está acusado de violar a dos de sus hijas. La madre no sólo no denunció los hechos , sino que está acusada de amenazar a los menores para que no contaran a nadie lo que ocurría tras las paredes de la casa de los horrores .

Los padres fueron detenidos el 29 de marzo de 2023 por indicios de abandono y maltrato continuado por orden del Juzgado de Instrucción número 1 de Colmenar Viejo, en el marco de una investigación del Equipo de Policía Judicial de la Guardia Civil . Tras la intervención judicial, los ocho hermanos quedan bajo la tutela de la Comunidad de Madrid.

«Un clima de terror»

La acusación sostiene que los hechos se desarrollaron durante años en el domicilio familiar. Allí, los menores habrían sido sometidos a un « clima de terror» , donde eran agredidos, golpeados y encerrados en un sótano como castigo. Los padres, según la acusación, usaban el sueño y el hambre como castigo y forma de coaccionar a los niños, la mayor de ellos de 14 años.

«Los procesados de manera sistemática, y con voluntad de menoscabar la integridad moral de sus hijos los sometieron a actos de desprecio y humillación, aislándolos del entorno, tanto familiar como de posibles amistades, actos que se centraban especialmente en los tres hijos más mayores», relata el escrito de la acusación que refleja Europa Press .

Hay episodios de « agresiones con objetos contundentes , golpes en la cabeza , inmovilizaciones y amenazas de muerte, así como exploraciones y tocamientos de carácter sexual dirigidos a dos de las hijas mayores».

Uno de los hijos, por ejemplo, cuando cumplía 9 años «permaneció encerrado mientras sus hermanos disfrutaban de la festividad». «No pudo interactuar con nadie salvo unos minutos en que el padre lo condujo hasta el salón de la vivienda, instándole a que, como mero espectador, comprobara cuánto se divertían sus hermanos, llevándolo de nuevo al sótano», se describe.

Les golpeaban con rodillos y cuchillos

En otra ocasión, el procesado golpeó en la cabeza a una de sus hijas «con el rodillo, provocándole una brecha por la que le ocasionó una fuerte hemorragia recibiendo la menor los cuidados de la madre».

El escrito describe además secuelas físicas y un daño psicológico significativo en siete de los menores, que presentan síntomas ansioso-depresivos, baja autoestima, conductas auto lesivas y rasgos compatibles con trauma.

La acusación solicita también medidas de inhabilitación para el ejercicio de la patria potestad, prohibiciones de aproximación y comunicación, y periodos de libertad vigilada tras el cumplimiento de las penas