"Con la ayuda de Alá, los soldados del Califato atacaron a los cristianos infieles en la aldea de Kanzoka, en la región de Lubero, Congo, decapitando a cuatro cristianos e incendiando cinco de sus casas, y toda alabanza pertenece a Alá".

Al menos que quede constancia informativa de este nuevo crimen, dentro de la campaña de genocidio que lleva a cabo el Estado Islámico en África. Por dichas, sobrarían las palabras y la noticia misma, pero en ese caso los cristianos perderían la que, al menos en apariencia, es su única defensa: la denuncia mediática de los ataques que sufren.

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