Un nuevo estudio que examina cómo evolucionó el beso sugiere que los ancestros simios y los primeros humanos, como los neandertales, probablemente se besaban en los labios con sus amigos y parejas sexuales. El comportamiento podría remontarse a 21 millones de años.

Los primeros besos de la humanidad se registraron hace 4.500 años en Mesopotamia y el Antiguo Egipto, pero Matilda Brindle, autora principal de la investigación y bióloga evolutiva del Departamento de Biología de Oxford, asegura que el beso presenta un “enigma evolutivo”.

Parece conllevar altos riesgos, como la transmisión de enfermedades, sin ofrecer ninguna ventaja reproductiva o de supervivencia obvia, dijo.

“Besar es una de esas cosas que realmente nos interesaba entender”, dijo a CNN Brindle, quien estudia el comportamie

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