A partir de los 40 años , el cuerpo atraviesa cambios fisiológicos que hacen más difícil mantener el peso. El metabolismo se desacelera entre un 2 y un 5 % por década, principalmente por la pérdida de masa muscular o sarcopenia, que reduce la capacidad del organismo para quemar calorías en reposo.

Según la Clínica Mayo, los cambios hormonales que aparecen en esta etapa desplazan la grasa de las caderas y los muslos hacia el abdomen , favoreciendo la acumulación de grasa visceral.

Estos procesos se ven potenciados por el ritmo de vida actual: estrés, largas jornadas laborales, menor descanso y menos tiempo para la actividad física. Todos estos factores elevan los niveles de cortisol, una hormona que estimula el almacenamiento de grasa, sobre todo abdominal.

Comprender los cambios

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