Cartas al director

Si cuatro van en un coche de parranda lo más cabal es que los cuatro se desparramen, aunque quien conduzca se abstenga de beber alcohol, que es un decir. Esto en román paladino. Pero yo, ingenuo progresista, creo que uno de esos cuatro viajeros –santito él–, mientras los otros tres descorchaban botellas de Moet & Chandon y otras 'burbujas', se dedicaba a leer la obra de Karl Marx El capitalismo , sólo que en versión original, es decir, no la de Karl sino la de Pedro.

Porque, a tenor de lo sabido después de la epopeya del Peugeot, parece que los otros tres ocupantes –entre copichuela y copichuela– estaban también muy entretenidos en eso del capital, no el de Marx, sino otro/s a manos llenas sin mover una paja y tan solo con untarlo. Y tanto ha sido así que los cuatro,

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