La OTAN ha desplegado aviones de combate en el espacio aéreo de Polonia y Rumania en respuesta a los recientes ataques masivos de Rusia en Ucrania, que han dejado al menos 25 muertos y decenas de heridos. Este miércoles, un ataque en la ciudad de Ternopil, en el oeste de Ucrania, alcanzó dos edificios de apartamentos, causando la muerte de 25 personas, según el servicio de emergencias de Ucrania.

Rusia lanzó un total de 470 drones y 48 misiles, centrando su ofensiva en las regiones occidentales de Ucrania, cercanas a las fronteras con Polonia y Rumania. En la ciudad de Járkiv, en el este del país, también se reportaron heridos debido a ataques con drones que dañaron edificios y vehículos.

El Ministerio de Defensa de Rumania informó que, tras detectar un dron ruso en su espacio aéreo, desplegó dos Eurofighters y posteriormente dos cazas F-16. Por su parte, Polonia también activó aviones de combate para proteger su espacio aéreo.

Mientras tanto, Rusia afirmó haber derribado cuatro misiles ATACMS de largo alcance, de fabricación estadounidense, que Ucrania había reivindicado como propios. Estos misiles fueron interceptados sobre la ciudad de Vorónezh, a unos 200 kilómetros de la frontera con Ucrania. El uso de estos misiles fue aprobado por primera vez durante la presidencia de Biden y ha sido considerado por Rusia como una escalada significativa.

Los ataques rusos han dejado a numerosas regiones de Ucrania sin electricidad, afectando gravemente la infraestructura energética del país. Además, los aeropuertos de Rzeszow y Lublin, en el este de Polonia, fueron cerrados temporalmente para garantizar la seguridad de la aviación militar, aunque posteriormente fueron reabiertos.

La situación se ha intensificado en una semana ya tensa, con Polonia acusando a Rusia de ser responsable de la destrucción de una vía férrea clave, un acto que Varsovia ha calificado de "sabotaje sin precedentes". En respuesta, el ministro de Asuntos Exteriores de Polonia, Radosław Sikorski, anunció el cierre del último consulado ruso en el país, una medida que fue lamentada por el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.