En Estados Unidos, más de 40 millones de estadounidenses son parte del Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria (SNAP) recibiendo mensualmente una ayuda económica que subsidia la compra de alimentos básicos en cadenas minoristas, supermercados, abastos y tiendas autorizadas.

Sin embargo, tras el prolongado cierre de Gobierno por 43 días, muchos programas sociales, incluyendo SNAP, se vieron afectados por falta de fondos, lo que llevó a una suspensión de sus beneficios durante el mes de noviembre.

No obstante, tras la apertura del Gobierno, el programa que depende del financiamiento del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) anunció algunos cambios, entre los que se solicita a los beneficiarios volver a inscribirse con el propósito de prevenir fraudes.

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