Los médicos no valoraron la urgencia de practicar una serie de pruebas médicas a un paciente de 24 años al que se le había detectado la presencia de pseudoaneurismas pulmonares . Pasaron las semanas y acudió a la cita para someterse a un AngioTAC programado como cita ordinaria. El informe con los resultados de esa prueba se emitió diez días después , cinco días más tarde de la muerte del paciente.
El Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número seis de Las Palmas de Gran Canaria ha estimado parcialmente el recurso presentado por los padres del joven fallecido en abril de 2019, al considerar que se produjo una pérdida de oportunidad asistencial derivada del retraso en la interpretación de un AngioTAC realizado cinco días antes de su muerte. La resolución, fechada el pasado día 1

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