Ciudad Juárez.- A partir del 20 de noviembre de 1910, la frontera que hoy une —y separa— a Ciudad Juárez y El Paso comenzó a transformarse en el epicentro donde se movería el pulso de la Revolución Mexicana. Lo que para muchos habitantes de ambas ciudades parecían tensiones lejanas, pronto se convirtió en el escenario donde se jugaría el futuro político del país. Desde los tejados de El Paso, cientos de personas observaron en mayo de 1911 la Batalla de Juárez sin imaginar que estaban frente al momento que inclinaría el rumbo de la historia.

Según algunos libros, como Historias desconocidas de la Revolución Mexicana en El Paso y Ciudad Juárez, de David Dorado Romo,y otras obras sobre el tema, la importancia estratégica de esta franja fronteriza no era nueva. Madero la entendió de inmedia

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