No disfrutar de meterte a la pileta es más común de lo que se cree, aunque muchas personas den por sentado que el agua es sinónimo de diversión, frescura y vacaciones. Desde la psicología , esta reacción puede estar relacionada con aspectos emocionales, sensoriales y sociales que pueden explicar por qué a algunas personas les cuesta relajarse o sentirse cómodas en contextos acuáticos, incluso cuando hace calor.

Según la psicóloga clínica Dra. Mariana Traversa explica que “evitar la pileta no siempre es un rechazo al agua en sí, sino al contexto emocional que se construye alrededor: mostrarse , compararse o sentirse evaluado”. Esto puede activar mecanismos de defensa que llevan a evitar la situación por completo.

A nivel emocional, evitar la pileta puede estar relacionado con s

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