La guerra entra en un nuevo capítulo mientras Rusia intensifica sus ataques justo antes del invierno. Bombardeos nocturnos han dejado ciudades sin electricidad, provocado la muerte de civiles y destruido edificios completos, incluido un bloque de departamentos donde murieron al menos 26 personas y otras 22 siguen desaparecidas. En medio de este escenario, Ucrania afirma haber respondido con ataques a dos refinerías rusas.

La presión internacional aumentó cuando Europa dejó claro que no aceptará un acuerdo que implique que Kiev renuncie a su territorio o quede vulnerable. Francia advirtió que la paz no debe interpretarse como una capitulación, recordando que cualquier pacto debe respetar la soberanía ucraniana y garantizar seguridad a largo plazo.

Mientras tanto, desde Moscú minimizaron c

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