WASHINFTON (AP) — La Catedral Nacional de Washington acogió el jueves a expresidentes, exvicepresidentes, enemigos políticos y nuevos amigos en un acto de respeto y memoria para Dick Cheney, el vicepresidente influyente y polarizador que se convirtió en un crítico ácido del presidente Donald Trump.

Trump, quien ha guardado silencio público sobre la muerte de Cheney el 3 de noviembre, no fue invitado al servicio conmemorativo.

Asistieron dos expresidentes: el republicano George W. Bush, quien elogió al hombre que fue su vicepresidente, y el demócrata Joe Biden, quien una vez llamó a Cheney "el vicepresidente más peligroso que probablemente hemos tenido en la historia de Estados Unidos", pero ahora honra su compromiso con su familia y sus valores.

"Sólido, raro y confiable", dijo Bush sob

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