La Policía Federal Argentina ha detenido a Luis Fernando Fernández Albín, un destacado narcotraficante uruguayo, en el barrio de Flores. Su arresto se produjo tras una investigación que lo vincula con un intento de homicidio contra la fiscal uruguaya Mónica Ferrero, quien ha sido un referente en la lucha contra el narcotráfico en su país.

El operativo tuvo lugar en la calle Terrero al 100, donde Fernández Albín fue interceptado por la división de Operaciones Federales de la Superintendencia de Investigación contra el Narcotráfico. La captura se realizó después de que Interpol emitiera una circular roja en su contra. Durante el allanamiento, las autoridades incautaron dos teléfonos celulares y una suma de dinero en efectivo.

Fernández Albín, de 38 años, es considerado el líder del clan que lleva su nombre y está vinculado a Sebastián Marset, uno de los narcotraficantes más notorios de Uruguay. La investigación que llevó a su detención comenzó el 3 de octubre, tras un informe de la DEA uruguaya que indicaba que el sospechoso había ingresado a Argentina en junio de 2025.

El atentado contra la fiscal Ferrero ocurrió el 28 de septiembre, cuando dos individuos dispararon y detonaron una granada en su hogar en Montevideo. Aunque la fiscal y su familia resultaron ilesos, Ferrero afirmó que la explosión estuvo a solo 15 centímetros de ella.

La justicia uruguaya ha estado investigando a Fernández Albín por su presunta participación en este ataque, así como por su implicación en el tráfico internacional de drogas. En el marco de la operación Nueva Era II, se han realizado varios allanamientos en Uruguay, donde se detuvo a tres personas, incluida la esposa de Fernández Albín.

Las autoridades han confirmado que el narcotraficante tiene un extenso historial criminal y ha estado involucrado en el tráfico de drogas desde su juventud. En total, se han incautado en los operativos recientes tres vehículos, siete teléfonos celulares y documentación relacionada con el narcotráfico.

Fernández Albín se encuentra a disposición de la justicia argentina, donde enfrenta cargos por tráfico internacional de drogas y está a la espera de su posible extradición a Uruguay. La investigación continúa en ambos países, con el objetivo de desmantelar la organización criminal a la que pertenece.