Aunque con los tiempos que corren hemos perdido un poco la toma a tierra de lo que es barato o no, lo cierto es que el menú del día de los restaurantes ha sido tradicionalmente una manera económica, rápida y sencilla de comer en el día a día. Unos cuántos primeros para elegir, unos cuántos segundo para elegir, postre, pan y bebida por un precio moderado que nos permite alimentarnos rico, casero -preferiblemente- y sin grandes parafernalias.

Mientras que el menú del día nació durante el franquismo como una medida de Fraga Iribarne -ministro de Información y Turismo- en 1965 cuando llevó a cabo una serie de medidas de promoción con el objetivo de atraer turistas a las ciudades españolas. Cualquier local que sirviera comidas y bebidas debía ofrecer un menú turístico con un precio fijo.

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